Preguntas frecuentes sobre fisioterapia

Lo mejor es acudir a fisioterapia para identificar la causa real del dolor. Puede deberse a mala postura, falta de movilidad, debilidad muscular o incluso factores emocionales. No lo normalices

Sí, y mucho. Se trabaja sobre la musculatura profunda, la movilidad cervical y el control postural. Además, aprenderás ejercicios para prevenir que se repita.

Probablemente haya un desequilibrio entre musculatura o una alteración en la mecánica. La fisioterapia evalúa esto y aplica ejercicio terapéutico y técnicas específicas según el caso.

No debería serlo. Puede indicar una disfunción en el manguito rotador o en la articulación. Se recomienda evaluación fisioterapéutica.

Las contracturas suelen doler al tacto y con el movimiento. Si el dolor es agudo, constante o incapacitante, hay que evaluar más a fondo con un profesional.

Es el uso de las manos del fisioterapeuta para liberar articulaciones, relajar músculos, mejorar el movimiento y reducir el dolor.

Es una técnica con agujas para desactivar puntos gatillo miofasciales. Es eficaz para contracturas profundas y dolor miofascial.

Ayudan a mejorar drenaje y dar soporte sin limitar el movimiento. Se usan mucho en lesiones deportivas.

Son ejercicios específicos pautados por el fisioterapeuta para recuperar movilidad, fuerza, control y función.

Aplica corrientes eléctricas para reducir dolor, activar músculos o mejorar la circulación.

Depende del grado. Uno leve puede recuperarse en 2-3 semanas, pero con buena fisioterapia se acelera la vuelta a la actividad y se evitan compensaciones y recaídas.

Sí. Es esencial para recuperar movilidad, fuerza, controlar el dolor y volver a la funcionalidad previa a la cirugía.

Absolutamente. Es clave para aprender a moverte bien con ella y ganar fuerza sin sobrecargar otras zonas.

Revisar carga, técnica, fuerza, y trabajar con ejercicio terapéutico. Masajes o reposo no bastan: hay que generar cambio en el tejido.

Muchísimo. Se trabaja desde la movilidad de columna, control motor, fuerza de core y prevención de recaídas.

No. También se usa para prevenir lesiones, mejorar rendimiento y mantener el cuerpo funcional. Es una herramienta para mejorar la calidad de vida y el bienestar

Movilidad de columna, activación de glúteos, estiramientos y ejercicios posturales.

Sí. La tensión acumulada puede derivar en dolor si no se atiende. Un abordaje preventivo es ideal.

Sí. Se trabaja el control postural, la conciencia corporal y la musculatura estabilizadora.

Probablemente necesitas una rutina combinada de tratamiento manual, movilidad y ejercicios de control escapular.

Cuando hay molestias persistentes, para revisar técnica o en fases de descarga. También sirve para optimizar tu rendimiento.

 Sí. Ayuda a prevenir sobrecargas, mejora el gesto y recupera de lesiones como fascitis, cintilla iliotibial o periostitis.

Parar no es la única solución. Con una buena evaluación se adapta el ejercicio y se trabaja la causa de fondo.

Depende del tipo y grado de lesión. El fisioterapeuta marca la pauta de retorno progresivo.

Trabajo de cuádriceps, isquiotibiales y glúteos con ejercicios como sentadillas controladas, puente de glúteos, zancadas y ejercicios de equilibrio, siempre adaptados.

Mucho. Mejora movilidad, reduce el riesgo de caídas y mantiene la autonomía.

Depende de cuál sea el objetivo y lo que te guste pero siempre a bien el Trabajo de equilibrio, marcha, movilidad articular y ejercicios de fuerza funcional para prevenir los problemas derivados del envejecimiento.

Sí. Aunque no cura la artrosis, puede reducir el dolor, mejorar el rango de movimiento y ralentizar su avance.

Es necesario trabajar equilibrio, fuerza de piernas y reactividad postural. La fisioterapia geriátrica está enfocada a eso.

Movilizaciones suaves, ejercicios de descarga y hábitos activos diarios. Un fisioterapeuta puede guiarte en ello.

Sí, si está indicada y adaptada. Alivia dolores lumbares, mejora la circulación y previene disfunciones pélvicas.

Depende del parto, pero suele comenzarse con activación de core profundo, suelo pélvico y movilidad pélvica.

Ejercicios específicos guiados por fisioterapia para cerrar la separación y evitar presiones excesivas.

Si hay retraso motor, mal control postural, deformidades leves o después de una fractura o caída.

Sí. Puede frenar su progresión y mejorar la musculatura estabilizadora con ejercicios específicos.

Consultar con un fisioterapeuta infantil para descartar alteraciones biomecánicas o neuromotoras.

Trabajo de conciencia corporal, equilibrio, estiramientos y ejercicios lúdicos de fuerza.

 Sí. Y su recuperación requiere adaptación a su etapa de crecimiento.

Eso depende de la lesión, tu evolución y si haces el trabajo en casa. No hay número universal.

Puede haber molestias según la técnica utilizada, pero el objetivo nunca es que duela. Lo ideal es que se lo menos molesta posible.

Se puede planificar un tratamiento más espaciado, pero es importante mantener la continuidad.

 Sí, siempre que esté bien adaptada y autorizada por tu médico.

Es una lesión por mal uso del tendón. Se trata con ejercicio progresivo, carga dosificada y técnicas complementarias.

Con movilizaciones, trabajo progresivo de fuerza, y control motor. No se recupera solo con el tiempo.

Sí. A menudo tienen origen cervical o muscular, y pueden mejorar muchísimo con tratamiento adecuado.

Comenzar fisioterapia lo antes posible. Cuanto antes se trabaje, mejor pronóstico.