Técnicas y herramientas
Herramientas que suman: precisión, contacto y tecnología
No existe una sola forma de tratar el dolor, ni una única técnica capaz de resolverlo todo. En Fisioterapia Marcha combinamos herramientas que, bien aplicadas, marcan la diferencia. No por moda, sino por evidencia. No por protocolo, sino por necesidad clínica real.
Terapia manual y masoterapia:
- La terapia manual es nuestro punto de partida en muchos casos: desbloquea, prepara, calma, guía.
- Cinesiterapia para acompañar o facilitar el movimiento.
- Movilizaciones articulares para recuperar rango y calidad.
- Masoterapia para relajar y activar el sistema circulatorio.
No se trata de dar masajes por dar. Se trata de saber cuándo, cómo y dónde tocar.


Vendajes funcionales y neuromusculares
- El cuerpo a veces necesita ayuda para recordar cómo moverse o para limitarse en momentos clave. Aquí es donde los vendajes se convierten en aliados inteligentes.
Vendaje funcional: estabiliza sin bloquear. Ideal en lesiones articulares, esguinces o retorno al deporte. - Vendaje neuromuscular (kinesiotape): trabaja sobre la piel para influir en la fascia, el tono muscular o el drenaje linfático. Ligero, flexible y útil cuando se usa con sentido.
Vendamos poco, pero cuando lo hacemos, es con propósito clínico claro.
Punción seca
Hay dolores que no se alcanzan con la mano. La punción seca nos permite ir directo al punto gatillo, esa contracción persistente que el músculo no logra soltar por sí solo.
La usamos cuando el dolor es miofascial, el movimiento está bloqueado o el tejido necesita una respuesta neuromuscular más intensa.


Electroestimulación y tecnología aplicada
- La tecnología no reemplaza al terapeuta, pero bien usada potencia el resultado. En algunas fases del tratamiento, recurrimos a dispositivos que complementan el trabajo manual y activo:
- Electroestimulación (EMS/TENS) para reducir dolor, activar musculatura o mejorar el trofismo.
- Corrientes específicas en fases inflamatorias o de regeneración.
- Dispositivos de biofeedback para facilitar la conciencia corporal o el control motor.
No usamos aparatos para “rellenar tiempo”. Los usamos cuando hay un porqué fisiológico y un para qué funcional.
Lo importante no es la técnica, sino cómo se elige
Todas estas herramientas son recursos, no soluciones en sí mismas. Lo que nos diferencia no es tenerlas, sino saber cuándo y cómo usarlas. Y sobre todo, cómo combinarlas con el ejercicio, la escucha activa y tu proceso personal.